Las obras de construcción del ascensor HALO, que comenzaban hace menos de un mes, han ocupado los viales de la AP-9 de acceso y salida de la estación intermodal. A pesar de que en un primer momento el Concello aseguró que "la estación de buses no tendrá cortes ni un solo día, ni una sola hora: seguirá funcionando a pleno rendimiento", los continuos retrasos en la puesta en marcha de la Estación de Autobuses Intermodal parecen haber cambiado los planes de la obra.

De este modo, según explica el propio Concello, se acordó en la última comisión de seguimiento, en la que están presentes las 3 administraciones, que, "como no se había iniciado la tramitación del traslado por parte de la Xunta, se iban a usar estos viales para las obras de cimentación del HALO". Con esta explicación, el Concello vuelve a insistir en que los retrasos en la apertura de la estación son culpa de la Xunta. "Si ese traslado se hubiera iniciado estos trabajados se harían en otras condiciones", comunicaba el consistorio local a Treintayseis este jueves.

Así lo explicaba ya Caballero esta misma semana, respondiendo a una carta enviada por el presidente del Ejecutivo gallego, Alfonso Rueda, asegurando que la estación no está en funcionamiento porque no se iniciaron los trámites necesarios. Todo esto ocurre después de que la Xunta le recordase que todavía están sin acabar los accesos que el gobierno local está construyendo y que son necesarios para su apertura, en un cruce de reproches que no parece tener fin.

El tráfico de transporte privado, no obstante no ha sufrido cortes al no invadir las obras la calle Lepanto, como prometía el alcalde, porque el proyecto se ideó teniendo en cuenta que "la obra debe ser hecha en medio del gran nudo de comunicaciones de los accesos a Vigo", por lo que se ha dividido en cuatro fases que permitirán interrumpir el tráfico "lo mínimo" indispensable.